Oncología Urológica

Tumor de vejiga

  • Definición: Son tumores que aparecen en el interior de la vejiga. El principal factor de riesgo es el tabaco, aunque pueden aparecen en ocasiones en gente que no fuma o que ha sido fumadora pasiva. 
  • Síntomas: El síntoma principal que producen estos tumores es la hematuria (sangre en la orina). Aunque hay veces que pueden producir dolor, sobre todo cuando son infiltrantes. 
  • Diagnóstico: El diagnóstico de estos tumores se hace con pruebas de imagen como la ecografía o con una prueba llamada cistoscopia. 

Ecografía

Es una prueba que se hace a través del abdomen con la que se puede valorar la vejiga por dentro. Es una prueba que no duele y no genera radiación. Solo hay que hacerla con ganas de orinar. Si el diagnóstico no es claro o necesitamos más información haremos la cistoscopia.

Cistoscopia

Es una prueba en la que se mira con una cámara por dentro de la vejiga accediendo a través de la uretra (el conducto por el que se orina).
En nuestro centro se hace con sedación para que el paciente no sienta dolor. 

  • Tratamiento: El tratamiento de los tumores de vejiga es casi siempre quirúrgico. El 75% de los tumores de vejiga cuando se diagnostican son no infiltrantes. Esto significa que no echan raíces. El 25% restantes son tumores infiltrantes (afectan a varias capas de la vejiga) o metastásicos (se ha extendido a otros órganos).
  • Tumores no infiltrantes: Se tratan con una cirugía que llamamos resección transuretral de vejiga (RTUv). Es un procedimiento que se realiza entrando con unos instrumentos a través de la uretra y raspando el tumor desde dentro de la vejiga.  Casi todos estos tumores precisan tratamiento complementario con instilaciones de vejiga (se pone tratamiento con una quimioterapia local dentro de la vejiga a través de una sonda). 
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  • Tumores infiltrantes: Al tratarse de tumores más severos, se tratan con una cirugía que ha de ser más agresiva para intentar curar el cáncer. Esta cirugía se llama cistectomía radical y derivación urinaria. En esta cirugía se quita toda la vejiga, la próstata y los ganglios que hay alrededor. Después se tiene que dar salida a la orina. Esto se hace normalmente a través de un segmento de intestino que aislamos y utilizamos a modo de nueva vejiga. Este trozo de intestino se aboca o bien a un nuevo orificio cercano al ombligo que llamamos estoma (lo más frecuente) o bien la uretra para orinar por la uretra (en casos seleccionados). 
  • Tumores metastásicos: En estos tumores normalmente no hay tratamiento quirúrgico. Se pueden tratar con inmunoterapia o con quimioterapia, dependiendo de las características del tumor y del paciente. 
  • Porcentajes
    • Al menos el 75% son tratados sin incisión
    • 100% de cistoscopias con sedación (sin dolor).

Cáncer de próstata

  • Definición:  El cáncer de próstata es una enfermedad en la que se forman células malignas dentro de la próstata. No hay claros factores de riesgo, pero sí hay una asociación familiar. 
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  • Síntomas: El cáncer de próstata da pocos síntomas. Hay veces que pueden aparecer síntomas urinarios como levantarse varias veces por la noche a orinar o chorro de orina flojo o entrecortado.
  • Tipos de cáncer de próstata: 
    • Localizado: Significa que el tumor está confinado dentro de la próstata y no afecta a otros órganos. 
      • Bajo riesgo: El PSA no es muy alto y las células no tiene aspecto agresivo en la biopsia
      • Riesgo intermedio: Punto intermedio entre alto y bajo riesgo
      • Alto riesgo: El PSA es alto o las células tienen aspecto agresivo en la biopisa o ambos. 
    • Metastásico: El tumor afecta a otros órganos.
  • Diagnóstico: Se realiza normalmente antes de que aparezcan los síntomas, a través de un marcador que detectamos con un simple análisis de sangre, el PSA. Si este marcador está elevado haremos otras pruebas para confirmar el diagnóstico: resonancia magnética multiparamétrica de próstata y la biopsia de próstata. 
    • PSA: Es un marcador en sangre que nos “avisa” de que puede haber algo en la próstata. No toda la gente que tiene el PSA alto tiene un cáncer de próstata. Por ello, tenemos que hacer otras pruebas complementarias para confirmarlo. Se recomienda que se hagan el PSA en los análisis todos los mayores de 50 años y los mayores de 40 años que tengan padre o hermanos afectados por cáncer de próstata. 
    • Resonancia nuclear magnética: Es una prueba de imagen muy específica de la próstata que nos permite localizar si hay algún nódulo en la próstata. Es muy eficaz en descartar que haya tumor en la próstata. 
    • Biopsia de próstata: En nuestro centro se realizan TODAS las biopsias de próstata con sedación y anestesia local para no sentir ningún dolor. Las biopsias se realizar a través del recto, utilizando un ecógrafo (aparato para hacer ecografías) para ver las imágenes de la próstata y existen dos tipos:
      • Biopsia estándar: Es una biopsia que se hace tomando muestras de forma aleatoria de toda la zona periférica de la próstata (la zona donde suelen salir los tumores). Se toman varias muestras de cada uno de los lados de la próstata.
      • Biopsia fusión cognitiva: Se realiza tras haber hecho una resonancia de próstata. Se toman muestras específicamente de la zona donde la resonancia ha determinado que hay un posible nódulo. Normalmente se complementa tomando muestras aleatorias.
  • Tratamiento: El tratamiento del cáncer de próstata ha de ser personalizado. Existen varios tratamientos que tienen altas tasas de curación cuando el tumor está localizado. Estos tratamientos son, a grandes rasgos, la cirugía y la radioterapia. También existe el tratamiento hormonal, que se utiliza en casos más avanzados. Hay veces que, debido a las características del tumor, el tratamiento es multimodal, es decir, que se dan varios de estos tratamientos de forma consecutiva o a la vez para mejorar el control de la enfermedad:
    • Prostatectomía radical: Es el tratamiento quirúrgico del cáncer de próstata. Se utiliza en pacientes que tienen un cáncer de próstata localizado. Suele recomendarse en pacientes jóvenes o sin otras patologías graves.

Con esta cirugía extirpamos la próstata completamente y las vesículas seminales. Dependiendo de las características del tumor, también puede ser preciso quitar los ganglios que la rodean (los ganglios linfáticos son pequeños nódulos, que sirven como “estaciones” de la inmunidad y que los tumores aprovechan para extenderse. Suele ser la primera zona afectada por muchos cánceres cuando se salen del órgano originario). 

La prostatectomía radical se puede realizar abierta (técnica quirúrgica tradicional) con una incisión por debajo del ombligo. Desde hace varios años, la prostatectomía radical se puede hacer por vía laparoscópica. Esta técnica se realiza haciendo pequeñas incisiones y mirando a través de una cámara. Permite una recuperación más rápida, menos días de hospitalización y menos sangrado durante la cirugía, consiguiendo unos resultados de control oncológico de la enfermedad iguales que la cirugía abierta. 

En nuestro centro realizamos el  85% de las prostatectomías por vía laparoscópica, permitiendo una rápida recuperación de nuestros pacientes.

Imagen de una prostatectomía por vía laparoscópica
    • Radioterapia: La otra opción de tratamiento para el cáncer de próstata es la radioterapia. Con esta técnica se da radicación a la próstata para conseguir acabar con las células malignas. Es una buena opción para pacientes más mayores que no son aptos para cirugía.

Por otro lado la radioterapia puede servir para complementar el tratamiento con cirugía. Los pacientes que tienen tumores de alto riesgo muchas veces necesitan completar su tratamiento con varias sesiones de radioterapia para alcanzar mayores tasas de curación. 

    • Tratamiento hormonal: El tratamiento hormonal puede utilizarse como tratamiento único en pacientes que tienen un tumor avanzado y que presentan metástasis o como tratamiento complementario de la radioterapia, cuando esta se utiliza como tratamiento principal. 

El tratamiento hormonal funciona inhibiendo la producción de testosterona. La testosterona es la hormona sexual masculina. Se ha demostrado que el cáncer de próstata necesita testosterona para crecer, es decir, es como si se “alimentara” de testosterona. Si conseguimos que nuestro organismo deje de producir testosterona, el cáncer de próstata no se quitará , pero tampoco crecerá. En el caso de ser tratamiento complementario a la radioterapia, se ha demostrado que mejora la supervivencia de los pacientes si se asocia este tratamiento en vez de dar radioterapia sola. El tratamiento es sencillo: Hay que tomar unas pastillas durante un mes y después se pone una inyección cada 3 ó 6 meses en su centro de salud.

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